domingo, 16 de agosto de 2020

Deshazte del jefe. Conviértete en un líder respetado

En cuanto similares parezcan, los términos «líder» y «jefe» no son sinónimos. Los dos denotan una condición de comando. Sin embargo, es mucho mejor ser un líder que un jefe, La razón es simple: el primero tiene un equipo cohesing y unido alrededor de un ideal. El segundo puede incluso tener éxito, pero será a través de órdenes y un cierto «terrorismo psicológico».

Cuando dejas de ser un jefe y te conviertes en un líder, el emprendedor habrá garantizado resultados positivos durante más tiempo, Sus empleados no siempre estarán buscando otro trabajo. En realidad, estarán más comprometidos en llevar a cabo el trabajo. Y menos estresado también,
En un artículo publicado en el sitio web de la revista de emprendedores, Gina Folk, una experta en emprendimiento, enumeró lo que se necesita para dejar de ser un jefe y convertirse en un verdadero líder:

1. Como tratar con la gente
Recuerda, el líder trabaja con un equipo. Por eso es esencial que te guste la gente. Después de todo, serás la persona más buscada por tu equipo. Es su responsabilidad ayudar a sus empleados a resolver problemas y priorizar su desarrollo profesional.

2. Guía, no controle
Según Gina, los jefes sienten la necesidad de controlar todos los pasos dados por su equipo. Este comportamiento, según el experto, indica que no hay mucha confianza en el equipo. Los líderes, por otro lado, confían en los empleados y los capacitan para resolver problemas por su cuenta.

3. Delegue
La falta de confianza lleva a los jefes a enfocar las tareas por sí mismos. Por lo tanto, no hay fluidez en los procesos de la empresa. Y, rompiendo, no les queda mucho tiempo para dedicar tiempo a sus vidas personales. Los líderes, como se ha dicho, confían en su equipo. Distribuyen el trabajo y creen que las personas responsables del proyecto harán el trabajo. Vale la pena recordar que ningún líder no logra monitorear el progreso del equipo, ayudándolo y corrigiendo cualquier desviación cuando sea necesario.

4. Adaptar
Los jefes suelen ser estrictos cuando se trata de procesos y resolución de tareas. Pero esta falta de interés en el cambio puede ser perjudicial, según Gina. Dice que lo ideal es adaptar la gestión a las necesidades de los empleados. Es importante entender las fortalezas y debilidades de cada uno y establecer claramente las expectativas para el futuro.

5. Elogia a tu equipo y toma la culpa
Los jefes, según el experto, cosechan los laureles de las victorias y, cuando fallan, culpan a los empleados. La postura correcta es exactamente la opuesta. Cuando hay un éxito, usted debe felicitar a su equipo. Por lo tanto, los empleados se dan cuenta de que usted les presta atención y permanecen motivados. Y cuando ocurra un resbalón, toma la culpa. Después de todo, deberías haberte dado cuenta de la inminencia del fracaso. Además, sus ingresos, mayores que los de los empleados, ya justifican que usted esté asumiendo la responsabilidad de los problemas.

6. No huyas de los riesgos
Aquí, el dicho popular «quien no arriesga, no se reme la boca» se aplica perfectamente. Los jefes, en la mayoría de los casos, tienen miedo de correr riesgos, mientras que los líderes entienden que sin ellos, es difícil crecer. Y que si la falla viene, es posible verlo de una manera positiva. Cuando cometes un error, tienes más posibilidades de cometer el mismo fracaso de nuevo,

[ Fuente: revistapegn.globo.com]

No hay comentarios:

Publicar un comentario