miércoles, 23 de marzo de 2022

los empleados ya no sellarán una tarjeta

N

Economía

di Luna Saracino

15 Feb 2021

2 minutos

Enreda vínculos inquietasGracias al trabajo inteligente, los viejos hábitos como el estampado de tarjetas también muerenSí por un trabajo más ágil, flexible e inteligente

Enupciales viejos hábitos son difíciles de morir, diría un hombre sabio. Sin embargo, la emergencia sanitaria vinculada a la pandemia mundial de COVID-19 ha empujado a muchas empresas a abandonar estos viejos hábitos en poco tiempo para adoptar nuevas estrategias relacionadas sobre todo con la recuperación.

La noticia reciente ha confirmado, por ejemplo, que el grupo Fastweb eliminará pronto el tímblo de la tarjeta dentro de sus oficinas. Este es un cambio de época, aunque aparentemente pequeño. Un cambio que inevitablemente nos lleva a entrar en el futo de las empresas.

Gracias al trabajo inteligente, incluso los viejos hábitos como el estampado de tarjetas mueren

El estampado de la tarjeta es tan integral para las empresas, que se ha convertido en casi un ritual. Hasta antes de la pandemia, la mayoría de las oficinas todavía tenían sellos físicos o virtuales para sus empleados. Hoy en día, este ritual podría desaparecer definitivamente, para dar espacio a una nueva visión del mundo del trabajo, así como de los espacios físicos.

No es el primer cambio implementado por Fastweb: la compañía, de hecho, ya ha ofrecido a sus empleados la oportunidad de trabajar en smart working toda la semana. La eliminación del sellado de la tarjeta, por lo tanto, llega al final de una transición fundamental de los viejos a los nuevos hábitos. Para sustituirlo, habrá un registro virtual que informará de la asistencia y ausencias en la oficina, de una forma mucho más fluida y simplificada.

Sí a un trabajo más ágil, flexible e inteligente

El mundo del trabajo está cambiando, por lo tanto, y no solo él. Incluso el acercamiento de los empleados a sus compromisos, a sus metas, se vuelve cada vez más flexible, cada vez más personalizado.

Puede parecer poco, pero así nacen las revoluciones: desde abajo, paso a paso, desde sus empleados hasta los pisos más altos de una empresa.

Cambiar el mundo del trabajo y junto a él la gestión de los espacios de trabajo: no más colas en el tráfico, no más viajeros con el despertador puesto justo antes del amanecer. Sí a un trabajo flexible, cómodo, ágil, remoto, remoto. Sí a un trabajo inteligente, desde todos los puntos de vista.

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Luna

Saracino

Escritor de pasión, trabajo y necesidad, me di cuenta de que era capaz de expresarme en el papel más que por la voz cuando era niña, cuando le pedí a mi madre un diario secreto en lugar de la Barbie de moda. Escribí mi primer cuento cuando tenía 12 años y publiqué otro cuando tenía 16. Desde entonces, entre altibajos, he experimentado todas las formas de escribir que he encontrado en mi camino. Hoy me ocupo de la narración de historias, la gestión de proyectos, la redacción publicitaria y la escritura de guiones. Y ese viaje al mundo de la escritura que comencé de niño me parece que acaba de comenzar.

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