13 de diciembre de 2018 No
Comment Lead es un regalo, pero también es un ejercicio diario que requiere una vista de 360 grados del rendimiento de la empresa, (además de vertical y horizontal). En estos días, diría que esto es todavía muy poco, porque un líder, además de tener que gestionar diferentes equipos con atributos diferentes y profesionales de los más variados cargos jerárquicos, tiene que tener la competencia de muchas veces, sacar a la empresa de la deuda.
Todo lo que está relacionado con la cordura de las cuentas de la empresa, que por supuesto sería más atribuido de lo financiero, lo comercial, lo legal, las cuentas por pagar y por cobrar, o la comercialización, o la comercialización, en medio de esta situación degradada que es la economía nacional, también se ha convertido en una responsabilidad de liderazgo, (no es que ya no lo fuera, pero ahora es mucho más).
Liderar y emprender en Brasil no es fácil, hay un cierto prejuicio sobre el empresario que termina cayendo en el liderazgo también. Hay un prejuicio erróneo hacia aquellos que están en la posición de jefe o empresario, y más aún si esta persona tiene éxito, porque en el imaginario de una gran parte de la población, el jefe o líder es un tramposo, injusto, cruel y no merece llegar a donde vino o está tratando de llegar.
El hecho es que, aparte de este tema mencionado anteriormente, también depende ahora de un líder, la responsabilidad de negociar o renegociar deudas, porque estamos viviendo en un período en el que esta función requiere «abofetear cara», requiere gran habilidad, (casi una especialización) y muchas empresas no tienen un departamento con personal y brazo dedicado a este tipo de actividad.
He aconsejado, en varias conversaciones a lo largo de mi carrera, a muchos líderes y muchos emprendedores que adquieran esta cualidad o que la externalicen, para que puedan dedicarse a sus deberes y funciones naturales, evitando así el desgaste.
En una situación en la que la empresa está endeudada, el líder tiene que recurrir a la gestión de las personas (sus expectativas, tensiones con posibles despidos, replanificación de los aumentos salariales, aplazamiento de promociones, frustraciones, etc.), además tiene que centrarse en la gestión de clientes (estar más cerca de ellos, crear nuevas oportunidades), también tener que replantearse las acciones de marketing, posicionar las marcas, tener que mirar a todos los departamentos desde arriba, y desde dentro de ellos, y orquestarlos. Es casi injusto pensar que en una situación de incumplimiento, el líder también tiene que vivir el estrés del prestamista «sobre él», todos los días y cada vez. Pero, lamentablemente, esto ya está sucediendo y muchos líderes con los que hablo me han mostrado esta preocupación y esta presión.
A los líderes que están dirigiendo empresas endeudadas y se arriesgarán a asumir esa responsabilidad por sí solos, les aconsejo que nunca dejen toda su facturación en manos de uno o algunos clientes. Diversifique, prospecto, reduzca la volatilidad de su cartera de clientes. Además, manténgase al día con la palabra después de una operación y cree fondos para que, si usted sale de la roja, usted puede permitirse el lujo de estar en efectivo para nuevos períodos de turbulencia. Tener dinero en efectivo es poder negociar mejor tus deudas. «Birdie que llega temprano a la fuente, bebe agua más fresca», dice el dicho popular.
Pero a los líderes que realmente quieren llegar bien, sin correr riesgos, le aconsejo que haga que sus directivos planifiquen, desde el principio, la posibilidad de buscar una empresa especializada en la recuperación de valores de crédito, con profesionales especializados en esta función, para que, si hay necesidad, no caiga sobre usted, la responsabilidad de llevar el piano solo en la parte posterior.
Fuente: Blog de Televentas
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